jueves, mayo 13, 2010

DOCUMENTAL "EL TRENCITO DE VERSALLES"

El Sr. Juan C. Domínguez es autor de las palabras que siguen a continuación, así como Director del Documental que puede verse Cliqueando el enlace:

Desde el año 1911 funcionó en Versailles un tren que le dio origen al barrio y marcó su identidad. El “trencito” como le decían los vecinos, fue el punto de reunión y encuentro de toda la comunidad.

En 1943 por el entubamiento del arroyo Maldonado, hubo un peligro de que el ramal cerrara, pero finalmente pudo evitarse. Con la construcción de la Av. Juan B. Justo, esto ya no fue posible y el trencito fue clausurado definitivamente el 5 de Octubre de 1952. La tristeza invadió al barrio.

Doce años más tarde, con la indiferencia de algunos vecinos y la complicidad de otros, se tiró abajo el último vestigio en pie que quedaba del trencito: la estación.

Versailles perdió así un símbolo fundacional del barrio, sumándose a una repetida y lamentable historia en la Argentina: destruir aquellas cosas que nos representan y forman parte de nuestra identidad.

A través de un trabajo de investigación y entrevistas con los vecinos, se reconstruye la historia del tren reflexionando sobre lo ocurrido

http://www.youtube.com/watch?v=KjwQa--NOTU&feature=player_embedded
GRACIAS POR DIFUNDIR ESTA INFORMACION

GRACIAS A VOS, JUAN C. DOMINGUEZ!!!!

domingo, abril 18, 2010

QUEDAMOS EN CONTACTO KARINA!!

Hola, soy Karina Vega, y te escribo por que soy del barrio, y aparte


la mama de una nene que esta en jardín en la escuela kennedy, de la

cual también fui alumna, y me pongo en contacto con vos por que los

nenes en el cole están aprendiendo sobre la historia del barrio y me

gustaron y me sirvieron mucho tus aportes. Quería felicitarte por el

blog, contarte que voy a "robarte" información para llevar al cole, y

de paso quedar en contacto con vos para saber mas del barrio.



Mis saludos y felicitaciones



Karina

lunes, abril 05, 2010

¡¡¡GRACIAS HERMINIA BORRELLI !!!

Los vecinos de Versalles son muy participativos, prueba de ello es que Herminia nos envió esta carta que publico -con el debido permiso de quien la remite- a continuación:

HOLA!!ACABO DE ENTRAR EN EL BLOG Y MI EMOCION NO TIENE FIN,MIS ABUELOS FUERON DE LOS PRIMEROS QUE LLEGARON AL BARRIO,LASCANO Y BRUSELAS,MI TIA TODAVIA VIVE ALLI,EL RECUERDO DE LOS HELADOS EN PLAZA CIUDAD DE BANF,EL MERCADO MUNICIPAL,EL ATENEO DONDE VEIAMOS TRES PELICULAS LOS DOMINGOS,TENGO 57 AÑOS Y MIS MEJORES VIVENCIAS DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA TRANSCURRIERON EN ESA CALLE.
TAMBIEN HAY QUE RECORDAR AL PADRE GASTON QUE BAUTIZO HA GRAN PARTE DE NOSOTROS.
YO TUVE LA SUERTE DE EN 1970 SER MAESTRA EN EL JARDIN DE INFANTES QUE TENIA LA PARROQUIA,DONDE IBA CAMINANDO Y LLEVANDO A LOS CHICOS A JUGAR A LA PLAZA.
GRACIAS POR EL RECUERDO,TAMBIEN EL CLUB EL LUCHADOR ,DONDE MI PAPA FUE UNO DE LOS FUNDADORES ,Y SE QUE LOS HIJOS LO HAN RESTAURADO.GRACIAS


¡Gracias a vos Herminia! y quedamos a la espera de todo lo que quieras enviarnos, anécdotas, historias, fotos, recuerdos de cuando el barrio nacía... besos.

miércoles, enero 27, 2010

NUESTRO VECINO GERARDO APORTA SUS RECUERDOS... GRACIAS!!!

SEMBLANZAS Y RECUERDOS LEJANOS DE MI PORTEÑO BARRIO DE VERSAILLES

Me refiero a las décadas del 40 y principios de los 50 cuando el que escribe era un pibe de ese barrio. Un pibe común de barrio…

EL TRENCITO

¡Qué lindo era ver llegar y partir de la estación Versailles al “trencito”! Con apenas dos vagones, que mi viejo tomaba todos los días para ir a laburar al Centro.

Jugar, subir y bajar por esas rampas de madera que nos llevaba a los andenes.

Recuerdo, en una oportunidad, decía su encendido discurso el Dr. Alfredo Palacios, que estaba en campaña electoral e instaló su estrado en las veredas frente a la estación. Era en la calle Manuel Porcel de Peralta. Mucha gente del barrio fue a escucharlo y yo también, solito, que era un pibe y casi nada entendía de política, pero sabía que ese señor, ya bastante mayor, era un gran político y decía muchas verdades con su estilo, bigotes, atuendo y voz tan peculiares.

LA FIAMBRERÍA DE LOS POLACOS

Sobre esa misma calle Porcel de Peralta, antes de llegar a la principal del barrio, Arregui, en la vereda donde precisamente tenía la terminal el ómnibus 168 que hacía el recorrido Versailles/Retiro, justo en ese lugar había una fiambrería cuyos dueños eran unos hermanos polacos. Ese comercio, que tenía una importante clientela, especialmente los domingos por la mañana se llenaba de gente y había que esperar bastante tiempo para que te atiendan.

Precisamente, un domingo por la mañana, mi vieja necesitaba que yo le hiciera “un mandado” a la fiambrería, y me dice: “Negrito” (así me decían) andá a comprarme ésto a lo del polaco”… y me daba un papel escrito con la lista. Le contesto “sí mamá, pero voy en bici”

Vivíamos a cuatro cuadras de la fiambrería y mi viejo no quería que llevara la bici, porque sabía que había que dejarla en la vereda y me la podían robar. Pero como el viejo no se enteró, me la llevé igual.

Hago las compras y, cuando salgo de la fiambrería, veo, con desesperación, que mi bicicleta había desaparecido…En ese momento me invadió el miedo tremendo de enfrentar a mi viejo y decirle que su bici, (porque era una Raleigh inglesa, que había sido de él desde su juventud y que tanto apreciaba) me la habían robado… ¿cómo le explico?

Mi ocurrencia, fruto de mi desesperación, fue alucinante…y saco otra bicicleta que estaba allí, de otro cliente, y, obnubilado, la tomo para llevármela justo en el momento que aparece el dueño y yo sin saber qué decirle a este pobre señor, me apresto a recibir la lógica reacción que podía traducirse en violencia o, al menos, insultos merecidos.

Pero justo en ese momento, cuando ya se había juntado un grupito de gente por tal escandalete, veo aparecer por la vereda, a cincuenta metros, a mi viejo gritando que no me hagan nada, que había sido por querer “darme una lección” que él mismo se había llevado la bici cuando yo estaba dentro del comercio. Sin palabras… pero lo sigo queriendo al viejo, que ya no está, a pesar de todo.



LA PARROQUIA DEL BARRIO

Nuestra Señora de la Salud era la parroquia del barrio. Todavía no estaba hecho, en la esquina de Bruselas y Marcos Sastre, el edificio grande, el imponente de hormigón armado que vemos ahora. Era apenas un galpón de chapa y había un cura que movilizaba bastante al barrio: el padre Julio Meinvielle. Por ahora no quiero hablar de la orientación política de este inteligente cura que ya era famoso entre los intelectuales católicos por sus libros de orientación nazi/fascista.

Para nada concuerdo con esas ideas, pero reconozco fue un hombre que”hizo” el barrio con su ímpetu de querer hacer cosas para la juventud. Tengo entendido que fue quien incorporó a los “Boys Scouts” en Buenos Aires, ya que el Centro Scout Nº 1 fue, o es, el que funcionaba, o funciona en esa parroquia.

En el barrio, logró hacer edificar el nuevo edificio de la Iglesia, tal como la vemos hoy, con sus salones anexos. Y además fue el creador del Ateneo Popular de Versailles, en la calle Dupuy (luego Roma) mi club, que fue la institución social y deportiva más importante de Versailles.

Ninguno de mis hermanos (yo soy el más chico), ni mis padres, éramos asiduos concurrentes a la parroquia. La tradición socialista de mi padre (y anarquista de mi abuelo Vicente) hacía que fuéramos reacios a trasponer las puertas del templo católico ni tampoco a recibir sus sacramentos. Pero igualmente, varios de nosotros habíamos sido bautizados en la fe católica, a instancias seguramente de mi mamá, cuya familia tampoco era demasiado ferviente en su catolicismo.

Fui el único de los hermanos que tomó la primera comunión “como Dios manda”, pero fue más para copiarme de mis amiguitos del barrio, que casi todos lo hacían, y mi papá no puso ninguna objeción.

Recuerdo que para fomentar que los niños fueran a misa los domingos, al padre Julio se le ocurrió pasar películas en el cine del club, que estaba a dos cuadras de la parroquia y esas películas consistían, casi siempre, en esas antiguas series, muchas de ellas mudas, que se presentaban en capítulos, como las de Chaplin, Laurel y Hardy o Flash Gordon. En realidad, la exhibición de esas películas duraba pocos minutos, pero igualmente era tal el entusiasmo de los pibes por verlas que, una vez terminada la misa, salían todos corriendo en tropel, desde la parroquia al club, para no perderse la mejor ubicación en el cine. Recuerdo todavía el estruendo que producía esa carrera, al chocar los zapatos sobre las veredas. Claro, todavía no se había impuesto el uso de zapatillas. Yo tambien las presenciaba, pero me las rebuscaba para entrar sin que se dieran cuenta que no había ido a misa.

Otra costumbre de los curitas de la parroquia era organizar eventos entre el piberío, como el de las carreras de “cochecitos de carrera” con ruedas de rulemanes, donde un pibe conducía sentado con una cuerda con la que manejaba el eje delantero y otro detrás debía empujar corriendo (ése era el motor del auto). Las carreras se hacían en plena calle, por Bruselas, Marcos Sastre, Barragán, etc. Pero lo destacable, era que esos autos eran construídos por nosotros, los pibes, y para ellos pasábamos largas tardes en casa de alguno del equipo, para construir el “vehículo”.

Otra “diversión” eran las reuniones que se hacían en el terreno interno de la parroquia, creo los sábados por la tarde, donde el grupo Scout practicaba sus destrezas. Allí no solía ir, porque no era scout, pero un día fui invitado por un compañerito de colegio (de apellido Saullo) donde se hacían encuentros deportivos y entre ellos, de box. Y Saullo me calzó los guantes de box y me invitó a boxear. Lo único que recuerdo es que abandoné rápido porque mi amigo me pegaba trompadas con todo y me convencí que no era uno de mis deportes favoritos. En fin, los curas lograban su objetivo.

viernes, enero 22, 2010

GERARDO NOS DICE:

Esto de "colgarse" en la red tiene alcances insospechados,
por ejemplo el correo que recibí del Sr. Gerardo
que publico a continuación con el permiso de su remitente.
Gracias Gerardo y espero tus próximas colaboraciones.

Hola Sumabe:
Me enviaron de casualidad tu blog sobre Versailles (para mí seguirá siendo Versailles, con la i) y te digo que me pareció muy bueno y muy bien diagramado. Quizás convenga (ojo, no va como una crítica sino como un aporte) indicar fechas de los acontecimientos o fotos, para seguir una cronología.
Yo tengo 68 años, nací en el barrio en el que viví hasta hace sólo dos, pero lo visito todas las semanas porque tengo allí a mi hermana y mis sobrinos y además mi hijo y mis nietas. Soy incondicional al barrio y tengo muchas anécdotas, desde pibe.
Yo soy de Roma y Marcos Sastre, pegado nomás al APV y a la Iglesia de la Salud. Conocí al padre Julio, al trencito (en el que viajé varias veces) y estuve muy metido en todos los acontecimientos del barrio. Como sé que la gente mayor no es muy afecta a internet y yo, como verás, me desenvuelvo bastante bien con internet y con la redacción de lo que sea, me ofrezco para darte mi colaboración en la publicación de recuerdos.
Conocí a muchos personajes del barrio y puedo serte útil. Veo que mencionás a "Luz del Porvenir" y mi papá, don Aristodemo Cingolani, fue socio, no sé si fundador pero uno de los primeros, quien junto con el Sr. Joandet que vivía en Dupuy cerca de "Luz" hicieron muchas cosas para el barrio por los años 40 y 50.
Tambien estuve muy involucrado con el Ateneo Popular de Varsailles, el cual era casi mi segundo hogar.
Un saludo cordial.
Gerardo Cingolani