martes, mayo 22, 2012

CUENTO DE VERSALLES, ESCRITO EN VERSALLES, POR UNA VECINA DE VERSALLES.

RECUERDOS

Fui la claraboya del viejo mercado.

Hace muchos años lo construyeron. Fue el centro comercial del barrio.

Era lugar de encuentro de los vecinos mientras hacían las compras y aprovechaban los momentos de espera para conversar con amigos.

Desde lo alto fui testigo mudo de todo lo que pasaba en el mercado.

Sabía que comerciantes trabajaban en él. Quien compraba, quien vendía o alquilaba alguno de los puestos. A lo largo de los tiempos los fui conociendo a todos. Sabía de todas las mercancías que en él se ofrecían.

Desde mi lugar de privilegio vi todo lo que acontecía allí abajo; lo bueno, lo malo, lo triste, lo alegre.

Supe de alegrías y sinsabores, de crisis y de épocas de holgura económica, de fiestas y tristezas de cuantos pasaron por él.

Conocí mucho de la vida de los clientes que cambiaron con el transcurrir de los años. Puedo afirmar que hasta supe de los nietos de algunos.

Escuché conversaciones de todo tipo, también presencié discusiones y hasta peleas.

Fue decayendo cuando proliferaron los supermercados, y vaciándose poco a poco de puestos. Ya no era rentable.

Hasta que decidieron demolerlo.

A los viejos vecinos, en especial a los mayores, les costó mucho asistir a su desaparición, decidieron conservar por lo menos algo de él.

Hoy estoy en la plaza cercana. Soy el único pedazo del viejo mercado que no murió gracias a la decisión y el tesón de algunos de los viejos clientes.


LIDIA GUGLIELMOTTI

4/11/10