Gracias Bety por tu comentario, me parece muy atinado, es por eso que lo publico completo, besos:
El asesinato de Abel nos puso de cara con la realidad más preocupante de los habitantes de esta ciudad: el delito. Nos tocó a nosotros, ya no es otro barrio, otra gente, otras víctimas. Ahora es "nuestro muerto". El de acá, el conocido por todos los que vivimos en Versalles. Y nos espantamos. Otra familia sin padre, sin esposo, con infinita tristeza.
Pero como si fuera poco el dolor, se añade escuchar al Ministro de Seguridad decir que los medios "repiquetean" las "malas noticias". Es que para él y otros tantos funcionarios, la inseguridad es sólo una sensación de los que todos los días salen y entran a sus casas mirando para un lado y otro con temor antes de poner la llave en la cerradura o trasponer el umbral de su hogar. Como si quisieran vivir atemorizados.
Estamos todos de duelo.
Y como habitantes de un barrio que quiere vivir tranquilo, exigimos a las autoridades policiales que hagan lo que la función determina: velar por la seguridad de todos. A los funcionarios: que cumplan y hagan cumplir las leyes, el que delinque debe ser castigado y rehabilitado antes de volver a la vida en la sociedad. Y que no sigan negando una realidad que ya se cobró muchísimas vidas inocentes.
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