Verdad es que el cielo, en los crepúsculos de verano, visto desde la plaza Ciudad de Banff, tiene un extraño color que va desde un rosa furioso al violeta más profundo que podamos imaginar.
Verdad es que los bancos en esa plaza han visto muchas parejas de enamorados mirándose a los ojos y compartiendo un helado.
Verdad es que las plantas, florecen todos los años.
Verdad es que, en esas noches de verano, cuando el ocaso es violeta y los enamorados se miran a los ojos, las Brujas de Versalles salen a cantar entre los miles de árboles del barrio y todo se inunda de una delicada fragancia de tilos, dama de noche, jazmín...
Verdad es que quien escuchó cantar a estas Brujas no puede abandonar el barrio, se va tal vez, pero siempre vuelve.
Verdad es que nadie las vio.
Verdad es que yo soy una de los muchos que las escuchamos.
Me enamoré de mi barrio y quise dejar algo, en un sitio de fácil acceso, para todos aquellos que deseen conocerlo. Desde este humilde lugar agradezco a quienes me enseñaron cosas que no conocía y que mis mayores olvidaron a pesar de haber sido pioneros en la zona.
martes, septiembre 19, 2017
HACE ALGUN TIEMPO YA, TENEMOS NUEVA CALESITA EN LA PLAZA "CIUDAD DE BANFF"
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