Verdad es que el cielo, en los crepúsculos de verano, visto desde la plaza Ciudad de Banff, tiene un extraño color que va desde un rosa furioso al violeta más profundo que podamos imaginar.
Verdad es que los bancos en esa plaza han visto muchas parejas de enamorados mirándose a los ojos y compartiendo un helado.
Verdad es que las plantas, florecen todos los años.
Verdad es que, en esas noches de verano, cuando el ocaso es violeta y los enamorados se miran a los ojos, las Brujas de Versalles salen a cantar entre los miles de árboles del barrio y todo se inunda de una delicada fragancia de tilos, dama de noche, jazmín...
Verdad es que quien escuchó cantar a estas Brujas no puede abandonar el barrio, se va tal vez, pero siempre vuelve.
Verdad es que nadie las vio.
Verdad es que yo soy una de los muchos que las escuchamos.
SIMPLE Y CORTITO. DE VERSALLES, APRENDI A BAILAR FOLCLORE EN EL ATENEO POPULAR...EN VERSALLES, TENGO MIS MEJORES RECUERDOS.
ResponderBorrarHola Vecino, gracias por tu comentario. Saludos.
BorrarMe crié en un club del barrio,El Luchador y Versalles es el barrio más lindo de la Argentina
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